Friday, September 29, 2006

La Comuna de Oaxaca

Por Carlos Beas Torres

Desde hace más de tres meses, los fantasmas de Louisa Michel y Elisee Reclus, pasean de noche por las desiertas calles de una vieja ciudad del sur de México; la oscuridad tan sólo es iluminada por la luz tenue de los focos de las lámparas o por el fuego de las hogueras que en cientos de barricadas, calientan las noches oaxaqueñas.

Los datos más conservadores indican que la población de la ciudad de Oaxaca ha levantado por lo menos unas 500 barricadas; otros más exaltados hablan de hasta 1,500 barricadas levantadas en una sola noche.

La Comuna de Oaxaca nació a raíz de que el Gobernador Ulises Ruiz, un tipo déspota perteneciente al PRI más violento; ordenó el pasado 14 de junio un agresivo desalojo en contra de un plantón pacífico que realizaban profesores en huelga. El operativo policiaco ocurrido en el centro histórico, no sólo golpeó a los sindicalistas; ya que al ser acorralada la policía, el Gobernador ordenó utilizar un helicóptero particular para tirar desde el aire, bombas de gas pimienta. La intoxicación alcanzo a empleados de hoteles y comercios, así como a vecinos y a cientos de turistas que tuvieron que ser desalojados del campo de batalla. Los sindicalistas recuperaron el centro y con esta acción despertaron la conciencia de la población.

Casi de inmediato, 360 organizaciones sociales de todo tipo, desde indígenas, hasta mujeres, pasando por ambientalistas, pequeños comerciantes y universitarios, crearon una Asamblea Popular, un tipo de Parlamento ciudadano, mejor conocido como APPO.

Esta Asamblea ha realizado 5 megamarchas, movilizaciones que han reunido a cientos de miles de manifestantes; ha tomado más de 30 alcaldías y bloqueado carreteras, cerrando además las oficinas públicas y juzgados. El Gobierno dejó de existir y sólo quedó visible en operativos nocturnos donde cientos de policías de civil y golpeadores salían a la calle a disparar armas de fuego en contra de la población. Ante esos operativos las barricadas oaxaqueñas han demostrado su enorme eficacia.

Las mujeres en esta lucha, como en todas las demás han jugado un papel extraordinario; una buena tarde, miles de ellas se manifestaron por la ciudad, batiendo cacerolas en mano y llegaron a la televisora oficial a pedir que se dejara entrar a una comisión para dar a conocer sus preocupaciones, el personal de vigilancia les negó el paso, lo cual obviamente las indigno, acto seguido tomaron la televisora y durante varios días transmitieron, hasta que un comando policiaco inutilizó las antenas a balazos, lo cual generó una nueva acción de la población, la cual tomó de inmediato 13 radiodifusoras, donde se dio por vez primera voz a cientos de mujeres y hombres anónimos.

La represión ha sido vasta; varios dirigentes de la APPO han sido detenidos, maltratados y permanecen encarcelados, uno de ellos en un penal federal de alta seguridad; dos manifestantes han sido asesinados; decenas de personas han sido golpeadas o amenazadas. Ante ello se ha respondido con extremada cautela; sin embargo los medios masivos de comunicación tratan a toda costa de ocultar la impresionante revuelta ciudadana y sólo destacan los posibles nexos con la guerrilla y el vandalismo que significado el cerrar el acceso a bancos, grandes centros comerciales o al aeropuerto.

¿Pero que explica esta Revuelta?, Oaxaca es junto a los estados de Chiapas y Guerrero, un Estado extremadamente pobre, habitado por una gran cantidad de comunidades indígenas. Oaxaca ha sido un reducto controlado por los caciques del PRI, quienes se han enriquecido, aliados a grandes empresarios y compañías trasnacionales como Iberdrola. Los gobernantes de Oaxaca se han caracterizado por su incapacidad, corrupción y estilo violento de gobernar.

Y el pueblo dijo el 14 de junio hasta aquí, Ya Basta.

Y después de tres meses de muy intensa movilización ¿ ahora que sigue?: La clase política nacional y los empresarios urgen al Gobierno federal a una solución represiva expedita, a gritos Ulises Ruiz reclama el envío de la Policía Federal Preventiva, el desalojo de los plantones y barricadas y el encarcelamiento de más opositores.

Por otro lado las negociaciones están virtualmente rotas, ya que el Gobierno Federal y los partidos PRI y el derechista PAN en el Senado se niegan a desaparecer poderes, es decir a destituir al Gobernador oaxaqueño.

Por ello el escenario más posible, es el de una salida represiva, como la ocurrida hace 30 años, cuando el pueblo oaxaqueño logró destituir al sátrapa Zárate Aquino; pero la ciudad fue ocupada por el ejército y nombrado un gobernador militar; los opositores fueron encarcelados, asesinados o exilados y sólo a una parte del pueblo le quedo la respuesta armada.

La APPO conoce esa historia y por ello ha evitado la violencia; sin embargo bien sabemos que en el estilo y en la mente desesperada de Ulises Ruiz, cabe el hecho de provocar la violencia, infiltrando policías de civil y golpeadores, para provocar desmanes y enfrentamientos y con ello justificar la represión y la entrada de la Policía Federal Preventiva. El plan de Ulises Ruiz es quedarse en el poder, sustentado por las fuerzas policiaco-militares.

Hoy desde temprano, miles de oaxaqueños y oaxaqueñas siguen su caminar por una estrecha carretera con dirección a la ciudad de México, desde hace una semana han avanzado ya unos 260 kilometros; este puede ser el último intento para evitar la represión y para despertar la conciencia de los mexicanos; llamado que empieza a tener eco, pues en otros Estados ya se han empezado a formar Asambleas Populares.

Ante este escenario, la inmensa revuelta ciudadana oaxaqueña, reclama con urgencia de los y las ciudadanas del mundo su solidaridad activa. Desde Oaxaca les hacemos este llamado, aún es tiempo de parar un baño de sangre; aún es tiempo de dar una salida democrática a este grave conflicto. Mientras tanto en esta noche oaxaqueña los fantasmas de los comuneros de Paris seguirán acompañando a los hombres y mujeres rebeldes de Oaxaca e incluso se tomaran un buen mezcal minero, para el frío. Salud.

Desde la Insurrecta Oaxaca

http://alainet.org/active/13620〈=es


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Nada más tantito de fuerza - Teodoro Rentería Arróyave [2006-09-29]

Legalizan en EEUU la tortura contra todo enemigo extranjero Por: David Brooks / La Jornada

Fecha de publicación: 29/09/06

George W. Bush (al centro), acompañado del líder de la mayoría en el Senado, Bill Frist, y el vicepresidente Dick Cheney (derecha), ayer en el Capitolio.
Washington, 28 de septiembre. El Senado aprobó hoy la tortura y la anulación del derecho fundamental de un acusado de acceso a las pruebas en su contra para todo extranjero (incluidos inmigrantes) que sean designados "enemigos" por el presidente de Estados Unidos, convirtiendo a este país, según un ex abogado militar, en una "república bananera".

El presidente George W. Bush promulgará esta ley a la brevedad, la cual él y sus aliados consideran una "herramienta vital" en la lucha contra el "terror", cuyas medidas, dicen, ya han evitado atentados "terroristas" en los últimos años

La votación de esta noche en el Senado fue de 65 contra 34 en favor de la llamada Ley de Comisiones Militares (nombre del sistema judicial para "combatientes enemigos ilegales"). Con la previa aprobación de este proyecto en la Cámara de Representantes y su aprobación en el Senado esta noche, el presidente Bush y su gobierno se anotaron un triunfo al legalizar una serie de medidas autorizadas por el Ejecutivo en el curso de los últimos cuatro años como parte de la llamada "guerra contra el terror" y que recientemente fueron consideradas inconstitucionales por la Suprema Corte y violatorias de las Convenciones de Ginebra.

Bush realizó una inusual visita al Senado esta mañana para promover la aprobación del proyecto, que ha sido denunciado por visitadores de la Organización de Naciones Unidas, ex abogados militares, varios legisladores, organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos, editorialistas y expertos en ley constitucional e internacional.

La iniciativa de ley otorga un tipo de amnistía para posibles crímenes de guerra cometidos por personal estadunidense en los últimos años (por tortura, encarcelamiento clandestino, desapariciones y otros), redefine por primera vez en más de 50 años las Convenciones de Ginebra, autoriza la tortura (oficialmente se llama "técnicas de interrogación"), y anula para siempre el derecho de los detenidos a cuestionar las razones de su encarcelamiento o su trato.

Bajo el proyecto aprobado hoy, el presidente y sus representantes tienen el poder de designar a casi cualquier ciudadano del mundo, incluidos los inmigrantes legales en este país, como "combatiente enemigo ilegal" con lo cual podría ser detenido indefinidamente sin acceso a un tribunal. La ley también permitirá los "métodos de interrogación" que se consideran "permisibles", o sea, qué es o no tortura lo define el presidente, lo cual, además, es secreto.

Los tribunales estadunidenses no tienen poder para interceder en el nuevo sistema judicial militar para procesar a los "combatientes enemigos", sólo hasta después de que se emita un veredicto. Nadie podrá presentar demandas legales contra el gobierno estadunidense por estos casos con base en las Convenciones de Ginebra. Pruebas que son resultado de tortura podrán ser presentadas en estos procesos si el juez determina que son "confiables".

Pero la anulación del derecho de habeas corpus, un principio legal que antecede a la Carta Magna del siglo XIII, que forma la base de los sistemas legales occidentales y que está consagrado en la Constitución de Estados Unidos, no tiene precedente. Este concepto establece el derecho de un prisionero de conocer las razones por las cuales está detenido.

John D. Hutson, ex almirante y ex abogado militar uniformado de mayor rango de la Marina, argumentó esta semana ante legisladores que el derecho de habeas era fundamental para la identidad estadunidense. "Sin este tipo de protecciones, sólo somos una república bananera más", declaró en una audiencia del Comité Judicial del Senado.

Hoy, el director ejecutivo del Centro de Derechos Constitucionales, Vincent Warren, dijo que esta legislación "otorga al presidente el privilegio de reyes, permitiéndole encarcelar a cualquier crítico como supuesto 'combatiente enemigo', que jamás verá el interior de un tribunal o tendrá la oportunidad de cuestionar su detención o su trato. ¿Qué diríamos si otro país aprobara una ley haciendo legal el secuestro de un ciudadano estadunidense y su detención indefinida?"

Otros abogados han señalado que el habeas corpus ha sido suspendido en cuatro ocasiones en la historia de este país, pero sólo brevemente y en territorio que era zona de combate.

Esta noche Amnistía Internacional expresó su desilusión y declaró que la aprobación "pone en duda el compromiso de Estados Unidos con los principios fundamentales de justicia y juicios imparciales".

"Nuestra democracia es la gran perdedora", opinó hoy el New York Times en su editorial, al señalar cómo los republicanos y su presidente, así como los demócratas, estaban por aprobar esta ley por razones electorales en esta coyuntura política. Concluyó que los estadunidenses en el futuro recordarán que "en 2006, el Congreso aprobó una ley tiránica que será comparada con los momentos más bajos de nuestra democracia."

Thursday, September 28, 2006

Portavoz Margarert Chabris: Se cayó la mentira mediática: 7-Eleven desmintió boicot contra Citgo

De esta manera, la cadena de tiendas puso en evidencia la manipulación y mentira de los diversos medios de comunicación estadounidenses, entre ellos la cadena CNN, que reportaron que voceros de la firma habían asegurado que el cese de los contratos con Citgo era una represalia por el discurso del presidente Hugo Chávez ante la ONU, el pasado 20 de septiembre.
Nueva York, 28 de septiembre de 2006 (ABN).- La cadena de tiendas estadounidense 7-Eleven desmintió que la terminación del contrato que mantenía con Citgo para suplirse de gasolina obedezca a una estrategia o boicot a esta empresa, tal como lo han informado algunos medios de comunicación, según la agencia Reuters.

En su aclaratoria, 7-Eleven puntualizó que la decisión no tiene nada que ver con los recientes pronunciamientos del presidente Hugo Chávez Frías en Estados Unidos (EEUU), como lo afirmaron diversos medios de comunicación estadounidenses, reseñó la Reuters a través de su portal online today.reuters.com.

Margarert Chabris, portavoz de 7-Eleven, enfatizó que el contrato con Citgo expirará el próximo sábado 30 de septiembre, lo que evidencia que “se trata de una decisión tomada mucho antes de que el presidente venezolano, Hugo Chávez, llamara al presidente de EEUU, George W. Bush, 'el diablo' la semana pasada”.

Diversos medios de comunicación estadounidenses, entre ellos la cadena CNN, reportaron que voceros de la firma habían asegurado que el cese de los contratos con Citgo era una represalia por las palabras del Mandatario venezolano.

”Están tratando de hacer de esto algo más de lo que realmente es”, dijo Chabris a Reuters.

La explicación de 7-Eleven coincide con el pronunciamiento que en el mismo sentido hizo el miércoles el presidente de Citgo, Félix Rodríguez, quien señaló que hace dos meses el ministro venezolano de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, había anunciado que el contrato con Citgo no sería renovado.

7-Eleven había advertido acerca de la inconveniencia de un posible boicot a Citgo “ya que ello afectaría el empleo de 4 mil personas en EEUU y el suministro de combustible a 14 mil estaciones de gasolina”, según indicó Chabris.

”Muchos norteamericanos que no poseen relación alguna con Venezuela serían perjudicados económicamente por un boicot. Citgo ha sido, durante 20 años, suplidor de la gasolina de las tiendas 7-Eleven”, comentó la agencia Reuters.

Entrevista exclusiva del Presidente Chávez al Diario Panorama (I): "la mayor amenaza a la Revolución está por dentro"

Por: Panorama Digital
Fecha de publicación: 10/09/06

“Estamos enfrentando al poder más grande que hay en el planeta con una gran capacidad de presión, de chantaje”, afirmó Chávez al referirse al Gobierno de Bush.

“La Alternativa Bolivariana que tiene ya una serie de caminos Petrocaribe, Petrosur, Petroandina, algunas propuestas ya está en marcha”, aseguró el Jefe de Estado.

El Mandatario nacional inició el pasado miércoles su campaña en el estado Zulia, con miras a las elecciones presidenciales del tres de diciembre.

Anunció importantes obras de inversión para Maracaibo y la región, entre las más importantes la construcción de viviendas en los sectores desposeídos.

—¿Cuáles son los riesgos que corre la revolución?

—La mayor amenaza está por dentro, hay una contrarrevolución permanente, burocrática. Soy un enemigo a diario, con un látigo me la paso porque por todos lados me azota el enemigo de una burocracia vieja y una nueva que se resiste a los cambios, tanto, que uno tienen que estar pendiente de cuando se dé una instrucción y hacerle un seguimiento para que no sea detenida o desviada o minimizada por esa contrarrevolución buracrática que está en el Estado, Èse sería uno de los elementos de la nueva fase que viene de la transformación del Estado.

El Estado se transformó a un nivel macro, pero los niveles micro se mantienen intactos, habrá que pensar ahora mismo en un nuevo paquete de leyes, transformación del marco político y jurídico hasta los niveles más micro del Estado para vencer esa resistencia.

Hermana de la contrarrevolución burocrática es la contrarrevolución de la corrupción, ésa es otra amenaza terrible, porque por donde menos se espera aparece.

Es como un virus que está en los genes del cuerpo nacional, es como un demonio al que hay que hacerle un exorcismo. Por esa razón, hemos colocado, en primer lugar de los ejes estratégicos que proponemos la moral socialista, la moral cristiana, de los valores humanos, los valores de la sociedad.

La otra amenaza, es externa, sigue siendo el magnicidio, estoy obligado a cuidar mi vida, no sólo por mí, sino por la estabilidad del país, veamos lo que pasó en Colombia cuando mataron a Gaitán, la guerrilla colombiana nació como consecuencia de la muerte de Gaitán. Ésa es otra amenaza.

Aquí un golpe de Estado, uno no pudiera desechar que haya una manifestación de un grupo de militares descontentos o comprados, como los que dejaron ir a Ortega, por ejemplo, eso evidencia la corrupción, la falta de valores, es parte del enemigo interno, ahora bien ocurre que estamos siempre atentos, más allá de eso, amenaza alguna de golpe de Estado que rompa los cimientos de la República, no existe.

Hoy, la Fuerza Armada, empezando por el Ejército, está firmemente al lado de este proceso, al lado de la revolución.

La estructura militar de Venezuela está transformada de buena manera, y muy sólida, muy unida, además está el pueblo, Lo que pasó el 11 de abril.

Aquí un golpe de Estado que derroque a este Gobierno es imposible.

Un plan de desestabilización, como desde el Zulia se ha intentado con la división del estado, la desestabilización paramilitar con sicarios, violencia, no tendría fuerza para incendiar la pradera. La invasión de los Estados Unidos no hay que descartarla nunca, aunque creo que el imperio norteamericano está un poco complicado, como para venir a meterse en camisa de 11 varas.

—¿Una deslegitimación electoral, un intento de retirada y el dejarlo solo en el escenario comicial de diciembre le preocupa?

—Sí, claro que preocupa.

Yo estoy pre ocupado trabajando para impedir que ese plan, si lo activan, nos haga daño.

El mundo ya conoce cómo se comporta la oposición. Como dijo alguna vez Galeano (Eduardo), luego de observar aquí el referendo del 2004, en Venezuela se trata de una oposición “democrática” que, apoya golpes de Estado y no reconoce resultados electorales.

Ahora, ellos tienen un handicap, que sus métodos son conocidos por el mundo.

Han querido manipular mis reflexiones sobre los 10 millones de votos, sé que es imposible, matemáticamente, llegar a esa cifra, aun cuando, desde el punto de vista de la meta moral, popular hacia allá es que vamos.

Venimos de 3,5 millones de votos en el 98; 3,8 millones en el 2000 y llegamos a seis millones de votos en el 2004, vamos hacia diez millones. Ahora, la gente tomó eso como consigna y se hizo pública. De que lleguemos a 10, nueve, 8,5 millones de votos, lo cierto es que tenemos que ganar con amplia diferencia, si ellos se retiran y llaman a no votar, y no votan cuatro millones, vamos a suponer que conserven sus cuatro millones de votos del 2004, del referendo, nosotros tenemos que sacar siete u ocho millones de votos para demostrar nuestra fuerza y neutralizar el plan de desestabilización por la deslegitimación.

—¿Cuál sería la cifra mínima de votos con la que usted quedaría satisfecho?

—Proyectaría unos ocho millones.

—¿Usted cree que Rosales llegará al final?

—No sé si ellos llegarán al final, se trata de gente que no tiene palabra, ya el año pasado se sabe lo que pasó en el Zulia. No se les puede creer nada, diría que hay un 50% de probabilidad que se mantengan hasta el final.

La gran tragedia de la oposición, como dice José Saramago en su libro La intermitencia de la muerte, es que se siguen viendo los viejos carcamanes que no quieren morir, ya deberían estar muertos como partidos, porque no tienen nada qué decir. Lo peor es que los nuevos políticos de la oposición se dejaron absorber por los viejos carcamanes.

—¿Usted avala la tesis de una relegitimación de la Asamblea Nacional?

—No he analizado ese tema a fondo, pero, en este momento, sin haberlo discutido, vi que algunos integrantes de los partidos aliados lanzaron esa idea, incluso lo plantearon para diciembre, como para motivar a la oposición, y yo me mostré contrario a esa idea, cuando me lo plantearon.

Habría que pensarlo, lo de la relegitimación, pero tendría que haber una razón muy de peso para que una Asamblea que es legítima, que fue elegida por el pueblo, fuese a elecciones de nuevo.

Más bien, estaría a favor de modificar la Constitución para que hagamos las elecciones en un sólo día, Presidente, gobernadores, alcaldes, diputados y salgamos de eso evitando que en Venezuela haya elecciones todos los años.

—¿Cuáles deberían ser los ejes centrales de esa reforma constitucional?

—La Constituyente del 99 estuvo infiltrada por algunos intereses contrarrevolucionarios, recordemos el caso de Luis Miquilena, Alfredo Peña, quien, por ejemplo fue quien dirigió la comisión económica. Por esos días tuve que oponerme firmemente a muchos artículos que pretendían dejar las cosas como estaban, incluso, después me enteré que personas como Alejandro Armas, que en paz descanse, estaba representando los intereses de los banqueros.

Habría que revisar al marco económico, hemos tenido logros económicos, pero la redistribución de la renta nacional todavía casi no la hemos impactado. La clase más pobre ha mejorado sus ingresos con el salario mínimo, la salud gratuita, la escuela gratuita, eso sin duda ha sido un alivio, pero, las clases altas se han beneficiado, mucho más.

La brecha entre una élite enriquecida y las clases bajas, en vez de reducirse, se ha ensanchado, eso tenemos que revisarlo. Por ejemplo, los sectores de la banca son los que más dinero han ganado, el crecimiento del primer semestre del 2006 es de 40%, son billones de bolívares de ganancia, eso hay que revisarlo.

En lo político, hay que revisar la democracia revolucionaria, llevar a nivel constitucional el tema del poder para el pueblo, los consejos comunales, la democracia directa y defensa del Estado, la Constituyente del 99 hizo un modelo de Estado pensando todavía que eran perseguidos.

Mucha gente me dijo, durante el golpe de abril, que decretara emergencia, pero para qué, si eso es una emergencia que no es emergencia, no tengo facultad, ni siquiera para intervenir un canal de televisión, una emergencia no le da potestad al Estado para tomar medidas extraordinarias como las que se necesitaban en el 11 de abril, cuando generales uniformados salían en canales de televisión llamando a la rebelión a apoyar el golpe.

Unos españoles que estaban conmigo por los días del golpe y que vieron lo que pasaba por televisión con los generales llamando a desconocer al Jefe de Estado, me decían: ‘Presidente, perdóneme, soy un demócrata, estoy contra la tiranía, pero en España ya ese canal habría salido del aire, usted no puede permitir eso’.

—Su Gobierno exhibe una política integral en salud, educación, pero, ¿qué se hará con el problema de la vivienda?

—Pronto vamos a lanzar una nueva misión, se llamará Villanueva, en honor al gran arquitecto venezolano (Carlos Raúl), por ejemplo en Catia, ya ubicamos un área que está ocupada por grandes galpones que vamos a adquirir, si son del Estado ocuparlos, si son privados expropiarlos.

No queremos pelear con nadie, los vamos a pagar.

Tumbaremos esos galpones y vamos a construir pequeños edificios de cuatro, seis pisos, bajaremos un barrio completo, reconoceremos a los dueños del rancho o la vivienda el costo para que empiecen a pagar la nueva propiedad.

Esa es una parte de la misión Villanueva. La segunda serán las ciudades satélites, como la que haremos en Maracaibo, facilitándoles a sus habitantes el tráfico a través del Metro o del Trolebús.

En este proyecto soy capaz de invertir el excedente de las reservas de este año, que pueden ser hasta 10 mil millones de dólares, claro, éste es un plan a una década, serían dos mil millones de dólares por año.

Entrevista exclusiva del Presidente Chávez al Diario Panorama (I): "la mayor amenaza a la Revolución está por dentro"

Por: Panorama Digital
Fecha de publicación: 10/09/06

“Estamos enfrentando al poder más grande que hay en el planeta con una gran capacidad de presión, de chantaje”, afirmó Chávez al referirse al Gobierno de Bush.

“La Alternativa Bolivariana que tiene ya una serie de caminos Petrocaribe, Petrosur, Petroandina, algunas propuestas ya está en marcha”, aseguró el Jefe de Estado.

El Mandatario nacional inició el pasado miércoles su campaña en el estado Zulia, con miras a las elecciones presidenciales del tres de diciembre.

Anunció importantes obras de inversión para Maracaibo y la región, entre las más importantes la construcción de viviendas en los sectores desposeídos.

—¿Cuáles son los riesgos que corre la revolución?

—La mayor amenaza está por dentro, hay una contrarrevolución permanente, burocrática. Soy un enemigo a diario, con un látigo me la paso porque por todos lados me azota el enemigo de una burocracia vieja y una nueva que se resiste a los cambios, tanto, que uno tienen que estar pendiente de cuando se dé una instrucción y hacerle un seguimiento para que no sea detenida o desviada o minimizada por esa contrarrevolución buracrática que está en el Estado, Èse sería uno de los elementos de la nueva fase que viene de la transformación del Estado.

El Estado se transformó a un nivel macro, pero los niveles micro se mantienen intactos, habrá que pensar ahora mismo en un nuevo paquete de leyes, transformación del marco político y jurídico hasta los niveles más micro del Estado para vencer esa resistencia.

Hermana de la contrarrevolución burocrática es la contrarrevolución de la corrupción, ésa es otra amenaza terrible, porque por donde menos se espera aparece.

Es como un virus que está en los genes del cuerpo nacional, es como un demonio al que hay que hacerle un exorcismo. Por esa razón, hemos colocado, en primer lugar de los ejes estratégicos que proponemos la moral socialista, la moral cristiana, de los valores humanos, los valores de la sociedad.

La otra amenaza, es externa, sigue siendo el magnicidio, estoy obligado a cuidar mi vida, no sólo por mí, sino por la estabilidad del país, veamos lo que pasó en Colombia cuando mataron a Gaitán, la guerrilla colombiana nació como consecuencia de la muerte de Gaitán. Ésa es otra amenaza.

Aquí un golpe de Estado, uno no pudiera desechar que haya una manifestación de un grupo de militares descontentos o comprados, como los que dejaron ir a Ortega, por ejemplo, eso evidencia la corrupción, la falta de valores, es parte del enemigo interno, ahora bien ocurre que estamos siempre atentos, más allá de eso, amenaza alguna de golpe de Estado que rompa los cimientos de la República, no existe.

Hoy, la Fuerza Armada, empezando por el Ejército, está firmemente al lado de este proceso, al lado de la revolución.

La estructura militar de Venezuela está transformada de buena manera, y muy sólida, muy unida, además está el pueblo, Lo que pasó el 11 de abril.

Aquí un golpe de Estado que derroque a este Gobierno es imposible.

Un plan de desestabilización, como desde el Zulia se ha intentado con la división del estado, la desestabilización paramilitar con sicarios, violencia, no tendría fuerza para incendiar la pradera. La invasión de los Estados Unidos no hay que descartarla nunca, aunque creo que el imperio norteamericano está un poco complicado, como para venir a meterse en camisa de 11 varas.

—¿Una deslegitimación electoral, un intento de retirada y el dejarlo solo en el escenario comicial de diciembre le preocupa?

—Sí, claro que preocupa.

Yo estoy pre ocupado trabajando para impedir que ese plan, si lo activan, nos haga daño.

El mundo ya conoce cómo se comporta la oposición. Como dijo alguna vez Galeano (Eduardo), luego de observar aquí el referendo del 2004, en Venezuela se trata de una oposición “democrática” que, apoya golpes de Estado y no reconoce resultados electorales.

Ahora, ellos tienen un handicap, que sus métodos son conocidos por el mundo.

Han querido manipular mis reflexiones sobre los 10 millones de votos, sé que es imposible, matemáticamente, llegar a esa cifra, aun cuando, desde el punto de vista de la meta moral, popular hacia allá es que vamos.

Venimos de 3,5 millones de votos en el 98; 3,8 millones en el 2000 y llegamos a seis millones de votos en el 2004, vamos hacia diez millones. Ahora, la gente tomó eso como consigna y se hizo pública. De que lleguemos a 10, nueve, 8,5 millones de votos, lo cierto es que tenemos que ganar con amplia diferencia, si ellos se retiran y llaman a no votar, y no votan cuatro millones, vamos a suponer que conserven sus cuatro millones de votos del 2004, del referendo, nosotros tenemos que sacar siete u ocho millones de votos para demostrar nuestra fuerza y neutralizar el plan de desestabilización por la deslegitimación.

—¿Cuál sería la cifra mínima de votos con la que usted quedaría satisfecho?

—Proyectaría unos ocho millones.

—¿Usted cree que Rosales llegará al final?

—No sé si ellos llegarán al final, se trata de gente que no tiene palabra, ya el año pasado se sabe lo que pasó en el Zulia. No se les puede creer nada, diría que hay un 50% de probabilidad que se mantengan hasta el final.

La gran tragedia de la oposición, como dice José Saramago en su libro La intermitencia de la muerte, es que se siguen viendo los viejos carcamanes que no quieren morir, ya deberían estar muertos como partidos, porque no tienen nada qué decir. Lo peor es que los nuevos políticos de la oposición se dejaron absorber por los viejos carcamanes.

—¿Usted avala la tesis de una relegitimación de la Asamblea Nacional?

—No he analizado ese tema a fondo, pero, en este momento, sin haberlo discutido, vi que algunos integrantes de los partidos aliados lanzaron esa idea, incluso lo plantearon para diciembre, como para motivar a la oposición, y yo me mostré contrario a esa idea, cuando me lo plantearon.

Habría que pensarlo, lo de la relegitimación, pero tendría que haber una razón muy de peso para que una Asamblea que es legítima, que fue elegida por el pueblo, fuese a elecciones de nuevo.

Más bien, estaría a favor de modificar la Constitución para que hagamos las elecciones en un sólo día, Presidente, gobernadores, alcaldes, diputados y salgamos de eso evitando que en Venezuela haya elecciones todos los años.

—¿Cuáles deberían ser los ejes centrales de esa reforma constitucional?

—La Constituyente del 99 estuvo infiltrada por algunos intereses contrarrevolucionarios, recordemos el caso de Luis Miquilena, Alfredo Peña, quien, por ejemplo fue quien dirigió la comisión económica. Por esos días tuve que oponerme firmemente a muchos artículos que pretendían dejar las cosas como estaban, incluso, después me enteré que personas como Alejandro Armas, que en paz descanse, estaba representando los intereses de los banqueros.

Habría que revisar al marco económico, hemos tenido logros económicos, pero la redistribución de la renta nacional todavía casi no la hemos impactado. La clase más pobre ha mejorado sus ingresos con el salario mínimo, la salud gratuita, la escuela gratuita, eso sin duda ha sido un alivio, pero, las clases altas se han beneficiado, mucho más.

La brecha entre una élite enriquecida y las clases bajas, en vez de reducirse, se ha ensanchado, eso tenemos que revisarlo. Por ejemplo, los sectores de la banca son los que más dinero han ganado, el crecimiento del primer semestre del 2006 es de 40%, son billones de bolívares de ganancia, eso hay que revisarlo.

En lo político, hay que revisar la democracia revolucionaria, llevar a nivel constitucional el tema del poder para el pueblo, los consejos comunales, la democracia directa y defensa del Estado, la Constituyente del 99 hizo un modelo de Estado pensando todavía que eran perseguidos.

Mucha gente me dijo, durante el golpe de abril, que decretara emergencia, pero para qué, si eso es una emergencia que no es emergencia, no tengo facultad, ni siquiera para intervenir un canal de televisión, una emergencia no le da potestad al Estado para tomar medidas extraordinarias como las que se necesitaban en el 11 de abril, cuando generales uniformados salían en canales de televisión llamando a la rebelión a apoyar el golpe.

Unos españoles que estaban conmigo por los días del golpe y que vieron lo que pasaba por televisión con los generales llamando a desconocer al Jefe de Estado, me decían: ‘Presidente, perdóneme, soy un demócrata, estoy contra la tiranía, pero en España ya ese canal habría salido del aire, usted no puede permitir eso’.

—Su Gobierno exhibe una política integral en salud, educación, pero, ¿qué se hará con el problema de la vivienda?

—Pronto vamos a lanzar una nueva misión, se llamará Villanueva, en honor al gran arquitecto venezolano (Carlos Raúl), por ejemplo en Catia, ya ubicamos un área que está ocupada por grandes galpones que vamos a adquirir, si son del Estado ocuparlos, si son privados expropiarlos.

No queremos pelear con nadie, los vamos a pagar.

Tumbaremos esos galpones y vamos a construir pequeños edificios de cuatro, seis pisos, bajaremos un barrio completo, reconoceremos a los dueños del rancho o la vivienda el costo para que empiecen a pagar la nueva propiedad.

Esa es una parte de la misión Villanueva. La segunda serán las ciudades satélites, como la que haremos en Maracaibo, facilitándoles a sus habitantes el tráfico a través del Metro o del Trolebús.

En este proyecto soy capaz de invertir el excedente de las reservas de este año, que pueden ser hasta 10 mil millones de dólares, claro, éste es un plan a una década, serían dos mil millones de dólares por año.

Wednesday, September 27, 2006

Manchester : 30 000 contre Blair et la guerre

mardi 26 septembre 2006

Grande-Bretagne . Des milliers de manifestants ont réclamé samedi à Manchester le départ de Tony Blair.

de Peter Avis Manchester

Ancienne capitale de l’industrie textile et berceau du syndicalisme, Manchester était samedi le théâtre d’une des plus grandes manifestations qu’a connues la cité. Quelque 30 000 manifestants selon les organisateurs du Mouvement contre la guerre et au moins 20 000, selon la police ont participé à la marche dénonçant la politique étrangère du gouvernement Blair.

Parmi eux de nombreux membres du Parti travailliste car la manifestation, organisée par la coalition Stop the War, la Campagne pour le désarmement nucléaire et l’Association musulmane, a eu lieu à la veille du congrès de cette formation qui se tient à Manchester cette semaine. Ultime congrès pour Tony Blair en tant que leader du Parti travailliste et premier ministre.

Sous la bannière principale « Time to leave » (« Il est temps de partir ») traduit une volonté au sein du parti, voire de l’électorat, que Blair s’en aille sans attendre, mais aussi que soit mis rapidement un terme à la présence militaire britannique en Irak et en Afghanistan. Devant la salle du congrès, des orateurs connus : Tony Woodley, secrétaire général du grand syndicat TGWU, Tony Benn, vétéran du mouvement pacifiste, ou Craig Murray, ancien ambassadeur en Ouzbekistan, se sont exprimés en ce sens.

Dimanche, les dirigeants travaillistes présents au congrès ont essayé d’éviter toute discussion concernant la future direction du parti. L’actuelle qui se déchire entre blairistes et brownistes (les amis de Gordon Brown, ministre des Finances) ressemble, selon certains militants, à un missile non téléguidé prêt à exploser à tout moment. Mais, derrière la guerre entre les candidats à la succession de Blair, c’est tout le projet du New Labour qui est en jeu.

http://www.humanite.presse.fr/journ...

Mitos como metáforas colectivas por Eduardo Galeano

por Eduardo Galeano

Y el mito y la leyenda son en el fondo metáforas colectivas, o sea, maneras de expresión que la historia encuentra para revelarse a pesar del silencio obligatorio, y a pesar de la obligatoria mentira.

El mito, por citarte un ejemplo, el mito de Túpac Amaru . . . verdad . . . es de una tal hermosura. Cuando matan al primer Tupac Amaru en la plaza del Cusco y lo decapitan, nace el mito de inmediato esa misma tarde nace el mito anónimo, inexplicable, misterioso en la multitud que asiste a la muerte, que asiste llorando a la ejecución, el mito de la cabeza que va a encontrarse con su cuerpo y durante dos siglos la gente sigue creyendo que aquella cabeza se va a encontrar con su cuerpo y se encuentra.

Porque dos siglos después, exactamente dos siglos después se alza un cacique con nombre ya ignorado pero que elige llamarse como un hombre jamás olvidado porque elige llamarse Túpac Amaru.

Túpac Amaru II, el segundo Túpac Amaru o quizás el primero que ha vuelto al mundo tal como estaba anunciado porque su cabeza se ha juntado finalmente con el cuerpo y entonces se convierte en el protagonista de la revolución más formidable que ha tenido lugar en el mundo andino.

En todoslos tiempos, continuamente hay mitos que si usted diría que más que enriquecer la historia la revelan, que la expresan . . . verdad . . . entonces me parece que es muy tonto no hacer caso de esos mitos como si no fueran científicamente posibles.

Tuesday, September 26, 2006

Entrevista con Evo Morales: Hay que buscar mayor unidad entre los movimientos sociales del campo y los de la ciudad

Randy Alonso Falcón
Cubadebate

Randy Alonso: Contento de tenerlo de vuelta en nuestra Mesa Redonda. Hace algún tiempo lo teníamos como dirigente sindical y ahora, como Presidente de la República de Bolivia. Hay muchos acontecimientos importantes en Bolivia en estos días y la Revolución Boliviana es el gran acontecimiento. Pero la medida más importante – a nuestro modo de ver – es la relacionada con la nacionalización de los hidrocarburos. ¿En qué momento se encuentra ese proceso y cómo valora usted, lo que está ocurriendo al interior de Bolivia con la nacionalización?

Evo Morales: Muchas gracias. Quiero agradecerte nuevamente por esta entrevista y sobre todo expresar mi máximo respeto y reconocimiento a usted, a su pueblo y al gobierno de Cuba, que en tantos eventos permanentemente nos alientan y fortalecen. Estar en Cuba siempre es importante, porque retornamos a nuestro país con nuevas energías para las transformaciones profundas. Bolivia está en la etapa de consolidar la nacionalización mediante las negociaciones con las empresas que ya no tienen derecho de ejercer propiedad sobre nuestros recursos naturales.

Estamos avanzando bastante con dos países: Venezuela y Argentina. Están difíciles las negociaciones con Brasil; es duro, que después de ultimar el diálogo en la parte técnica y jurídica, se pretenden tomar restricciones políticas. Estoy seguro de que Brasil, especialmente el compañero Lula, con mucha generosidad va a entender la situación de los bolivianos, que nos hemos propuesto salir de la pobreza con nuestros recursos naturales.

Los beneficios de las nacionalizaciones recientes están en los 100 millones de dólares adicionales que cedieron las trasnacionales. Necesitamos esfuerzos y una nueva firmeza en las negociaciones con las empresas.

Randy Alonso: Otra de las luchas históricas de los bolivianos es la imprescindible salida al mar. ¿Cómo enfoca su gobierno este tema en las relaciones con Chile?


Evo Morales: Antes de tomar la posesión como Presidente, decidimos invitar al entonces presidente Lagos a la transmisión del mando, que se realizó en enero de este año. Hubo muhcos temores, sin embargo, la visita ha sido importante para iniciar las nuevas relaciones con Chile. Después visité a Chile, en la transmisión del mando de Bachelet y nos sorprendió el pueblo chileno, sus fuerzas sociales, los intelectuales y profesionales. Todo fue emocionante. Deseamos que se encuentren los instrumentos que permitan soluciones pacíficas. Tengo mucha confianza en el pueblo, pero también en el gobierno. Esperamos que la nueva administración trate el tema de la salida al mar. Estoy seguro de que ambos países vecinos nos necesitamos. El diálogo sobre la salida al mar aún no tiene la compresión y el entendimiento y especialmente las soluciones para ambos países. A lo largo de la historia, en el diálogo y las relaciones con Chile se ha incluido el tema de la salida al mar. Las cancillerías correspondientes definieron una agenda de trece puntos, y uno es sobre el tema de la salida al mar. Esperamos el desprendimiento del gobierno chileno para la búsqueda de soluciones.

Randy Alonso: A nosotros nos sorprendió la bienvenida popular que tuvo usted en Chile. Ningún otro presidente boliviano hubiera podido recibir ese reconocimiento, que tiene que ver también con la historia de lucha popular de Evo Morales. Ahora hay otros planes sociales del gobierno boliviano. ¿Cuáles son las principales tareas en el ámbito social que tiene el gobierno boliviano en los próximos meses?


Evo Morales: Casi nada hicimos en el tema de la vivienda. Estamos tratando de renovar algunas personas irresponsables vinculadas al tema de la vivienda. El aporte de los trabajadores, de los empresarios servirá para incrementar la vivienda en muchos sectores. Otro tema es cómo generar empleo. Estamos muy alentados con el crecimiento económico de las exportaciones a un 45 por ciento. Tenemos el deseo de llegar a un 5 por ciento en el crecimiento y tengo la alegría de las posibilidades que se ven en la inversión pública. Si mejoramos en ese aspecto - con seguridad - habrá un mejoramiento económico. Queremos dejar a un lado el estado vendido. Felizmente acabamos de superar este tema. En nuestros inicios íbamos al Banco Internacional, con nuestro sombrerito, a pedir, para resolver el problema del déficit fiscal -uno de los problemas más acentuados, que debemos resolverlo ante que finalice el año. Otro de los problemas que debe resolver - con seguridad - el gobierno son: la salud y la educación. Es impresionante la solidaridad del pueblo cubano con el boliviano. ¡La Operación Milagro, es realmente un milagro!

Randy Alonso: Hay varios centros instalados en Bolivia y una capacidad de operación anual de 100 mil pacientes


Evo Morales: Sí. Hasta ahora se han operado más de 30 mil en seis, siete centros oftalmológicos. Mejorando y creando más centros oftalmológicos llegamos a los 100 mil. Pero estas soluciones prácticas han sido muy valoradas por el pueblo boliviano.

Randy Alonso: ¿Y el Plan de Alfabetización cómo marcha?


Evo Morales: Tenemos en estos momentos más de 200 mil personas alfabetizándolas con el programa Yo Sí Puedo. Es impresionante. Aunque tenemos un problema de energía en las áreas rurales. Tenemos escuelas rurales abandonadas, sin luz y agua potable.

Randy Alonso: ¿Se están instalando algunos paneles solares?


Evo Morales: Esa es una de las soluciones para las escuelas rurales. Estamos preparando a las personas que deben conocer el sistema audiovisual y le agradecemos a Cuba. También tenemos la campaña por garantizarles los derechos electorales a los bolivianos. Me acuerdo una vez cuando estaba la campaña del 99, nos concentrábamos y le preguntaba a la gente cuántos tienen derecho a votar, un 90 por ciento no tenía identificación. Queremos que los compañeros tengan derecho al voto.

Randy Alonso: Evo, en este empeño que tiene el gobierno boliviano por las transformaciones del país, ¿cómo ve usted el momento actual en América Latina para que el pueblo boliviano tenga un verdadero acceso al desarrollo?


Evo Morales: Antes en Latinoamérica teníamos solo una línea: Cuba y Fidel. Ahora hay un Hugo Chávez y algunos presidentes y dirigentes políticos, como Kischner, el compañero Lula. Sigue avanzando ese sentimiento anticolonial, antineoliberal, antiimperialista y cuando nosotros logremos que los gobiernos antiimperialistas se levanten en el universo u obstruyan el crecimiento económico, nos fortaleceremos aún más. Esta clase de eventos llamado No Alineados con el imperio, con el colonialismo es una fortaleza, no solo para los gobiernos antiimperialistas, sino también para los pueblos que tienen mucha esperanza en sus gobiernos.

Randy Alonso: ¿Cree usted que con la presencia de Cuba al frente de los No Alineados haya una revitalización del Movimiento?


Evo Morales: Tenemos gran confianza en el pueblo cubano, por esa resistencia ante el imperio. La presidencia de los No Alineados está en manos de Fidel y por lo tanto del pueblo cubano, además no solo es una esperanza para los pueblos de Latinoamérica, sino para los pueblos del mundo.

Randy Alonso: Hay mucha expectativa en Bolivia y en América Latina con el proceso de la nueva Asamblea Constituyente de Bolivia, proceso que es bien difícil pero que tiene mucha trascendencia para su país. ¿Cómo valora usted el momento en que está el proceso, cómo valora también el hecho de las protestas organizadas en algunas regiones de Bolivia y quiénes están detrás de esos propósitos?


Evo Morales: Estamos apostando por una revolución democrática. Transformaciones profundas en lo económico, en lo agrario, en las estructuras del mismo estado. Hay un sector que no resiste esas profundas transformaciones. Hay paros patronales, intimidación y sobre todo han emprendido una campaña muy sucia, empleando los medios de comunicación. ¡Pero creo en la fuerza del pueblo! La fuerza del pueblo siempre ha hecho historia y estoy seguro de que el pueblo boliviano hará historia. Hay que refundar nuestro país, refundar para integrar, para unir; pero fundamentalmente para tener todos, los mismos derechos y deberes y que acabe esa discriminación, ese odio, ese racismo, esa explotación.

Randy Alonso: En la última semana ha visto dos veces a su amigo Fidel. ¿Cómo lo ha notado, qué noticias le puede ofrecer al pueblo cubano sobre el encuentro y la salud de Fidel?

Evo Morales: He visitado a Fidel en las últimas dos semanas, dos veces. Conversamos sobre algunos temas. Yo estaba preocupado por su situación de salud, y él me hablaba de cómo mejorar la salud de los latinoamericanos, de los bolivianos. Estaba preocupado por la campaña de alfabetización, me preguntó en qué podía ayudar. Quedé impresionado, lo vi con mucha fortaleza, aunque un poco delgado. En Bolivia los jóvenes comentan: “Fidel no se ha enfermado, solo está en reparación. Fidel va a vivir 80 años más.” Ese es el comentario de la juventud boliviana, que sabe que va a recuperarse nuestro líder latinoamericano.

Randy Alonso: Lo conocimos siendo líder sindical, líder campesino, líder indígena y como siempre en la primera línea de combate frente al neoliberalismo, frente a las mentiras de los gobiernos bolivianos. Ahora le ha tocado la enorme tarea de dirigir a los bolivianos en este momento tan crucial para su país. ¿Cómo se siente hoy Evo Morales?


Evo Morales: Muy satisfecho porque el movimiento campesino – indígena - y otros sectores de origen popular resisten. Se crean los Comités Cívicos. Hay que resistir, vale resistir. Hay que buscar mayor unidad, mayor comunicación entre los movimientos sociales del campo y los de la ciudad, para cambiar a nuestra Bolivia. Estoy muy contento. Asumo esta responsabilidad junto al pueblo boliviano. Convencido de que le llegó la hora de transformar Bolivia, de hacer justicia con los pueblos indígenas que han sido abandonados, despreciados y odiados por más de 500 años.

Randy Alonso: Le deseo éxitos en esa responsabilidad, en esa gran tarea que tiene usted, no solo como líder de Bolivia, sino como líder latinoamericano. América Latina necesita esos líderes que reconocía Fidel en usted y Chávez, como nuevos líderes que están surgiendo en América Latina. Le deseo muchos éxitos, además de agradecerle la deferencia de haber estado con nosotros en la Mesa Redonda.

Evo Morales: Muchas gracias

Monday, September 25, 2006

Presidente Hugo Chávez en la ONU, 20 de septiembre de 2006


El Presidente Hugo Chávez en su discurso ante la Asamblea General de la Organizacióin de Naciones Unidas (ONU) este 20 de septiembre de 2006. En su intervención, el presidente venezolano respondió contundentemente al presidente Bush, denunció las políticas del gobiern estadounidense en contra de aquellos países que denomina "eje del mal", lo acusó de amparar a terroristas como Luis Posada Carriles, y lo llamó "Diablo" por su inmoralidad y doble rasero.

NOTE TO THE GOOGLE PERSONNEL: This video was broadcasted by the public TV channel "Venezolana de Televisión", from Caracas, Venezuela, and was re-transmitted by the Communication and Information Department of the National Government in all the venezuelan public channels. "Venezolana de Televisión" is the TV channel from the State and the Government of the Bolivarian Republic of Venezuela; it gives the rights to every venezuelan citizen of retransmit and divulgate this and other videos emitted during their regular programming. See their site, www.vtv.gov.ve, for more information.

Choque de civilizaciones: el viejo cuento del «nuevo totalitarismo»

por Cedric Housez*

El ocasión del 5to aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001, el presidente de Estados Unidos confirmó a sus ciudadanos que la guerra contra el «totalitarismo islámico» está en marcha. Un poco de análisis demuestra sin embargo que ese concepto no tiene ninguna definición precisa, lo cual permite designar como enemigos todo tipo de grupos diferentes y demonizarlos para justificar a posteriori los ataques contra ellos. Cedric Housez recorre aquí el uso que ha hecho la propaganda estadounidense del término «totalitarismo» desde los días de la guerra fría hasta hoy.

«Fascismoislamismo», «fascismo islámico», «nuevo fascismo», «nuevo totalitarismo»… la última moda de la «guerra contra el terrorismo» parece ser la renovación del término «fascista» y el regreso de la retórica antitotalitaria. Aunque no es realmente reciente [1] este fenómeno encuentra hoy una repercusión considerable, especialmente importante en el marco de la actualidad mediática francesa del año 2006.

En Francia, durante el mes de marzo de 2006, la casa Éditions Denoël lanzó una nueva revista de política internacional que lleva por nombre Le Meilleur des mondes. La revista «reclama la herencia política, intelectual y moral de la corriente antitotalitaria» [2] y reúne en su comité editorial un gran número de de personalidades mediáticas proestadounidenses [3]. En su editorial se mezclan la lucha contra el comunismo de la época de la guerra fría y el combate actual contra «el islamismo» mientras se lamenta que Francia se haya mostrado o se esté mostrando complaciente hacia cada uno de esos movimientos.

Durante el mismo período, el semanario satírico francés Charlie Hebdo [4], que se destacó semanas antes al publicar las caricaturas de Mahoma inicialmente publicadas en el Jyllands Posten [5], publicó un manifiesto intitulado «Juntos contra el nuevo totalitarismo» [6]. En su introducción podemos leer que «Luego de haber vencido al fascismo, el nazismo y el estalinismo, el mundo enfrenta una nueva amenaza global de tipo totalitario: el islamismo.». El manifiesto fue ampliamente reproducido por el semanario francés L’Express, la publicación mensual francesa TOC y el diario suizo Le Temps y alcanzó cierta repercusión internacional.

Entre los firmantes de esta llamamiento se encuentra Bernard Heni Levy y Carolina Fourest. Esta última es autora de un ensayo, laureado en 2006 como el de A. Adler con el Premio del Libro Político de la Asamblea Nacional, titulado La Tentation obscurantiste [7]. En esa obra, publicado al mismo tiempo que otras con una problemática equivalente, Carolina Fourest pone en oposición dos tradiciones de izquierda: una «antitotalitaria» que después de haber combatido el estalinismo fustigaría el islamismo y otra «tercemundista» que, por sentimiento de culpa, aceptaría sin reflexionar cualquier cosa de parte de los islamistas. Fourest llamaba, por supuesto, a movilizar la primera corriente contra la segunda. Por su parte, Bernard Henri Levy popularizó, a través de sus editoriales en el semanario francés Le Point y de sus numerosas intervenciones mediáticas, el término «fascislamismo», contracción de fascismo e islamismo , y presenta regularmente «el islamismo» como el «tercer fascismo» que el «mundo libre» tendrá que enfrentar [8]. Esta denuncia adquirió incluso una dimensión central en sus recientes producciones ya que, este verano y durante la guerra del Líbano, todas sus crónicas abordaban este asunto de una u otra manera. El autor denunciaba así el «fascislamismo» de Hamas y de Hezbollah manipulado por Damasco y Teherán [9] presentaba el islamismo como un nuevo peligro totalitario [10] y comparaba la guerra del Líbano con la guerra de España poniendo, lo más seriamente del mundo, a Israel en el papel de los republicanos españoles [11]. Dando como ciertas las declaraciones de las autoridades británicas [12] y sin que haya habido aún ningún juicio, BHL designa como «fascistas» a las personas acusadas por la policía británica de haber preparado atentados contra aviones de pasajeros en el aeropuerto de Londres [13]. Para terminar, y mediante una de esas extrañas mezclas que sólo él sabe hacer, se las arregla para combinar la confesión de Gunther Grass sobre su paso por las Waffen SS, «sus exageraciones sovietófilas» y el desarrollo del «fascislamismo» para presentar todos esos elementos totalmente diferentes como un todo coherente. [14].

Estos elementos no son excepciones sino que ilustran una tendencia general que existe en la prensa francesa, y más allá. Los editorialistas neoconservadores estadounidenses, como el muy influyente William Kristol [15], también presentan el islamismo como un nuevo peligro comparable al estalinismo y el nazismo, y no hay que ir muy lejos para encontrar el parecido entre el «fascislamista» de Bernard Henri Levy, el «nazislamista» de Yvan Rioufol del diario Le Figaro y el «islamofascism» de Frank Gaffney. No son sólo los editorialistas quienes hacen esa mezcla ya que, por ejemplo, el ex ministro francés de Educación Luc Ferry comparó el desarrollo del islamismo con el auge del nazismo (estimando incluso que el primero puede ser hasta peor que el segundo [16], el ex ministro británico de Relaciones Exteriores, Jack Straw, calificó el terrorismo «islamista» de «nuevo totalitarismo» [17] y su homólogo alemán Joschka Fischer repitió comentarios similares tanto en el su discurso de Princeton, en noviembre de 2003 [18] como en la entrevista que concedió al diario Handelsblatt meses más tarde [19]. Recientemente, el 10 de agosto de 2006, el propio George W. Bush calificó a los ciudadanos británicos acusados de haber preparado un atentado contre el aeropuerto de Londres de «fascistas islámicos» [20] y su secretario de Defensa Donald Rumsfeld presentó el «terrorismo islamista» como «un nuevo tipo de fascismo» [21].

Pero, después de todo, ¿qué hay de erróneo en esa forma de presentar los movimientos musulmanes armados? ¿El extremismo, cualquiera que sea su ideología o religión, no tiende efectivamente a regir totalmente la vida del individuo? ¿Un sistema político basado en la aplicación estricta de los dogmas religiosos no buscaría regir íntegramente aspectos de la vida de las personas ejerciendo por consiguiente un control total sobre su existencia? ¿Y la presencia del Estado en todos los aspectos de la vida del individuo, incluyendo el aspecto privado, no representa acaso la esencia misma de un sistema totalitario?
Basándose en ese argumento, sería posible afirmar, por consiguiente, que los movimientos musulmanes armados son partidos totalitarios y que combatirlos equivale a combatir el totalitarismo. ¡LQQD!

Sin embargo, el asunto no es tan sencillo.

Primeramente, porque la palabra «totalitarismo» nunca ha sido un término políticamente neutro aplicable únicamente a regímenes opresores sino una consigna para movilizar a la alianza atlántica contra el Pacto de Varsovia sobre la base de una mezcolanza entre comunismo y nazismo, asunto que retomaremos posteriormente.
Después porque también carece de coherencia el uso de la palabra «islamismo» para designar movimientos musulmanes armados. ¿Qué tienen en común los revolucionarios iraníes que derrocaron la dictadura sanguinaria del chah, los salafistas argelinos que tratan de imponer el regreso a un modelo de sociedad ya obsoleto, el Hamas que lucha contra el apartheid en Palestina, el Hezbollah que resiste a la invasión del Líbano por Israel y los presuntos autores de presuntos proyectos de atentados en Londres? Nada que no sea su religión y el prejuicio que pretende que se trata de una religión intrínsecamente violenta. Y si hay utilizar esa categoría, ¿por qué no incluimos en ella a los mercenarios de Ben Laden que lucharon contra los soviéticos en Afganistán, al Movimiento de Liberación de Kosovo que organizó atentados con bombas en pleno centro de Pristina, al gobierno checheno exilado en Washington que organiza atentados en Rusia, etc.? Sucede que ni la palabra «islamismo» tiene un fundamento claro y no es un término académico sino una palabra mediática que ha seguido destinos diferentes y que se impuso poco a poco para establecer una diferencia formal entre el Islam «bueno» y el «malo». Sobre la popularización de la palabra «islamismo» en los medios de difusión, sobre todo en la televisión, el periodista Thomas Deltombe precisa: «De tanto querer absolutamente mantener una visión moral y binaria que diferencia el Islam «bueno» del «malo», el periodismo televisivo –y no es el único– se encuentra en una situación ambigua. Es cierto que comenzó a reformar, oralmente y formalmente, la secular visión occidental de un Islam intrínsecamente dañino y ajeno, pero al mismo tiempo continúa haciéndose eco, implícitamente y en el fondo, de una visión que sigue siendo negativa sobre un fenómeno religioso que percibe como sospechoso y ajeno.». [22]. Los movimientos musulmanes armados al servicio de los intereses occidentales representan necesariamente al Islam «bueno» y no pueden por tanto ser considerados parte del Islam «malo», que es el islamismo.

No ha que decir, pero es mejor decirlo, que la denuncia de conceptos tan nebulosos como totalitarismo o islamismo no equivale a negar ciertos comunistas o musulmanes hayan desarrollado formas intolerantes, oscurantistas y criminales de su ideal o de su fe. De la misma manera, el recordar esas desviaciones del comunismo o del Islam tampoco significa negar que ese mismo tipo de fenómenos se produce también en el seno de otros movimientos ideológicos o religiosos.

Rechazar el empleo de la retórica del «totalitarismo islámico» o ver sus límites evidentes no significa renunciar al laicismo sino, por el contrario, defenderlo separándose del discurso dogmático de los pontífices del neoconservadurismo.

Para entender bien esta retórica, es importante analizar los orígenes del empleo de la palabra «totalitarismo» y su tránsito del estatus de concepto al servicio del análisis político al de calificativo moral tendiente a estigmatizar al adversario. La historia de ese término es especialmente importante en la medida en la que este cambió de sentido y evolucionó a través del tiempo.

La herramienta de análisis se convierte en arma de la guerra fría

La primera utilización de ese término la encontramos en un discurso de G. Amendola, un italiano opositor de los fascistas, pronunciado el 22 de mayo de 1923 en el que se denuncia el control impuesto a las diferentes instituciones italianas. Aún siendo un término peyorativo, Mussolini lo retoma y lo reivindica en un discurso pronunciado el 22 de junio de 1925 antes que Gentile, teórico fascista, lo desarrolle en su obra La Doctrina fascista, en 1932. Paralelamente, el concepto de régimen totalitario va ganando popularidad durante los años 30 aún cuando en esa época se usa para designar únicamente los regímenes fascistas y nazis. Es en 1930, con la firma del pacto germano-soviético, que el concepto de «regímenes totalitarios» será aplicado también al régimen estalinista en los países de fuerte tradición antimarxista y en el establishment europeo. Sin embargo, a partir de 1941 y del ataque del Reich contra la URSS, esta denominación globalizante que temporalmente en estado de hibernación.

Después de la 2da Guerra Mundial, los historiadores y politólogos estudiarán el nazismo para tratar de explicar el fenómeno. Pero muy rápidamente, con el desarrollo de la guerra fría, asistiremos a una cristalización de los modelos explicativos, tanto al Este como en el Oeste, alrededor de dos interpretaciones que compiten entre sí.

Al Este, en el bloque comunista, la que se impone es por supuesto una concepción marxista. La teoría del Komintern define el fascismo como una reacción de la burguesía ante el derrumbe del capitalismo. Por consiguiente, los regímenes fascistas y nazis están más cerca del bloque occidental que de la URSS ya que el fascismo es una evolución probable de los regímenes adversarios de esta.

Del lado opuesto, el bloque occidental vuelve al concepto de «régimen totalitario» y le da un nuevo aliento. Concentrándose en puntos de similitud entre los regímenes nazis, fascistas y soviéticos, el modelo totalitario permitirá presentar políticamente el régimen estalinista como reflejo del régimen hitleriano y convertir la democracia liberal en su contramodelo absoluto.

Este punto de vista se impondrá rápidamente en el establishment occidental. Es en Alemania, principal objetivo de la guerra fría, donde más se desarrollará el esquema de análisis totalitario. Esta lógica aparecerá así en la ley fundamental adoptada en 1949 en la República Federal de Alemania (RFA). El objetivo explícito de esa Constitución es impedir un retorno al régimen nazi así como evitar que el comunismo logre desarrollarse algún día en la RFA. Asimismo, dos alemanes exilados en Estados Unidos, Hannah Arendt y Carl Friedrich, son los principales autores de la definición universitaria del totalitarismo.

Hannah Arendt publicará en 1951 The origins of Totalitarianism donde ofrece un apasionado análisis de la ascensión del nazismo, su inevitable radicalización y su naturaleza intrínsecamente destructiva. El análisis del estalinismo es sin embargo mucho menos convincente y será ampliamente criticado en análisis posteriores (sobre todo en cuanto a su percepción de una sustitución de una sociedad de clases por una «sociedad de masa» así como su ausencia de análisis histórico del surgimiento del nazismo [23]).

Por su parte, Carl Friedrich desarrollará su análisis en un artículo intitulado «The Unique Character of Totalitarian Society», en la obra colectiva Totalitarianism publicada en 1954. Aquí desarrolla un modelo de cinco puntos que supuestamente definen las características del totalitarismo.
Según Friedrich, el régimen totalitario se define por:
  • una ideología milenarista oficial;
  • un partido único de masas;
  • monopolio de los medios de combate;
  • monopolio de los medios de comunicación;
  • control policiaco terrorista que define por sí mismo sus adversarios de forma arbitraria.
  • Friedrich criticará a los analistas que confunden totalmente el régimen nazi con el régimen estaliniano aunque su conclusión será, sin embargo, que las coincidencias entre nazismo y comunismo son más importantes que sus diferencias.
En 1956, ese modelo parece perder vigencia debido a la destalinización. Zbigniew Brzezinski, futuro consejero para la seguridad nacional del presidente demócrata Jimmy Carter, adaptará el esquema de análisis totalitario a ese suceso. En su artículo «Totalitarianism and Rationality» publicado en la American Political Science Review, estima que las técnicas de manipulación y de dirección de las masas, estudiadas por sus predecesores, funcionan al servicio de un objetivo revolucionario que no consiste ni en congelar la sociedad ni en cambiar las clases dominantes sino en sustituir el pluralismo por la uniformidad. Pero la «racionalidad» de las técnicas de dirección de las masas puede entrar en conflicto con el dinamismo sin freno de los objetivos, lo cual imprime una marcha desigual y abrupta a la historia de esos regímenes. De esa forma, la desestalinización no sería más que una peripecia dentro de un régimen que sigue siendo totalitario. Ese mismo año, Carl Friedrich y Brzezinski se asociarán para radactar la primera edición de Totalitarian Dictatorship and Autocracy. En ese libro, Friedrich retoca su modelo de cinco puntos y le agrega uno más: el control de la economía por el Estado.

Inspirándose en los trabajos de Friedrich, Raymond Aron afirmará en 1958, en Démocratie et totalitarisme, que el totalitarismo tiene cinco características:
  • un partido que monopoliza la actividad política;
  • una ideología oficial de Estado;
  • monopolio del control «de los medios de fuerza y de los medios de comunicación»;
  • control de la economía por el Estado
  • y la instauración de un terror policial e ideológico [24].
La izquierda europea rechazará la confusión entre nazismo y comunismo que se desprende de esas teorías y, ya en los años 60, los medios universitarios se apartarán también de esos análisis que rápidamente considerarán obsoletos. Efectivamente, de tanto querer concentrarse en las similitudes, el esquema de análisis totalitario pasa por alto la diferencia entre los regímenes fascistas y los regímenes comunistas, tanto en el plano de la organización como en la ideología o los métodos de toma del poder. Al meter el nazismo y el comunismo en un modelo único, los analistas pierden de vista la oposición entre el elitismo fascista y el igualitarismo comunista o el peso de la burguesía en el surgimiento del fascismo. En el plano de la organización, no hay tampoco comparación alguna entre el sistema instaurado por Hitler en Alemania y en la URSS por Stalin.

El análisis totalitario conserva sin embargo su atractivo para los medios conservadores y entre los intelectuales atlantistas reclutados y pagados por la CIA en el seno del Congreso por la Libertad de la Cultura [25]. Eso quiere decir que, si bien los debates universitarios se alejan de esas teorías, el esquema de análisis totalitario se seguirá enseñando y seguirá siendo apoyada ante el gran público. Así que, el 5 de julio de 1962, en la RFA, la conferencia de ministros de Educación de los Landers declara: «Los profesores de todas las disciplinas están en el deber de iniciar a los alumnos en las características del totalitarismo y los principales aspectos del bolchevismo y del nacional-socialismo, que son los dos sistemas totalitarios más importantes del siglo XX» [26]. La prensa dominante tampoco tiene en cuenta las dudas surgidas sobre ese modelo de análisis. En su estudio sobre el tratamiento de la cuestión nazi en la prensa de Alemania occidental entre 1963 y, Das 3. Reich in der presse des Bundesrepublik, R. Kühnl, observa que es frecuente la comparación entre el éxito de las SA en el seno de las clases populares en la Alemania de los años 30 y los éxitos comunistas, al igual que se habla de convergencia entre la Alemania nazi y la URSS mientras que se minimiza la complicidad de la gran burguesía con Hitler.

Al igual que la noción de «totalitarismo», la de «fascismo» no es una noción puramente objetiva. A partir del momento en que el análisis científico del totalitarismo pierde interés, sus promotores van a insistir más y más en la dimensión política y moral del concepto. El totalitarismo dejará así de ser tema de estudio de politólogos e historiadores para convertirse en el corazón del discurso de los intelectuales atlantistas. En Francia, el fenómeno mediático que representarán «los nuevos filósofos» hace de la cuestión totalitaria el núcleo de su análisis. Y los intelectuales mediáticos surgidos de ese movimiento, como André Gluksman o Bernard Henri Levy, lo utilizarán muy frecuentemente para estigmatizar primeramente todo régimen comunista y después a todo el que se acusa de ser un adversario de «Occidente», este último abusivamente asociado a la democracia liberal. En sus trabajos, el «totalitarismo» se convertirá por tanto en el enemigo absoluto y, por inversión de la perspectiva, cada enemigo será descrito como una nueva emanación de un totalitarismo decididamente proteimorfo.

La cuestión del totalitarismo servirá también de argumento político y de guía oficial de ciertas políticas. A fines de los años 70, cuando Jimmy Carter y su consejero Zbigniew Brzezinski ponen en tela de juicio las alianzas kissingerianas con las dictaduras militares sudamericanas, Jane Kirkpatrick invocará la lucha antitotalitaria para criticar esos cambios de alianzas en la revista Commentary. En su artículo de 1978 «Dictatorships and Double Standards», la futura embajadora de Ronald Reagan ante la ONU afirma que Estados Unidos tiene razón en dar su apoyo a las dictaduras militares en América del Sur. Según esas dictaduras no son más que regímenes autoritarios que dejan a sus conciudadanos más libertad que los regímenes totalitarios, que son los regímenes comunistas. Por consiguiente, Estados Unidos tiene que aprender a distinguir entre ambos regímenes y, por lo menos temporalmente, apoyar a las dictaduras que luchan contra los movimientos «totalitarios» y garantizan así los intereses estadounidenses. El artículo hizo mucho ruido, sobre todo por ser su autora una demócrata (Jane Kirkpatrick no se incorporará formalmente al Partido Republicano hasta 1985) y porque atacaba la política exterior concebida por Zbigniew Brzezinski en su propio terreno de investigación y estudios. La argumentación de Kirkpatrick servirá de base teórica a la política exterior de Ronald Reagan.

Al proponer un marco que permite justificar la política exterior del bloque occidental, estigmatizar a los enemigos en el plano político y moral y al crear espectro absoluto presentado como antítesis de la democracia, en medio siglo el «totalitarismo» pasará de la categoría de concepto para explicar el fascismo al rango de palabra del lenguaje común que permite diabolizar todo tipo de adversario. Al carecer ya de reales pretensiones científicas, este concepto será utilizado a menudo como sinónimo de «fascismo» y, mediante la asimilación entre comunismo y nazismo que propone el totalitarismo, los comunistas se convertirán a veces en los «fascistas rojos» por obra y gracia de la pluma de ciertos autores atlantistas. El «antitotalitarismo» se convertirá en base ideológica oficial de la izquierda atlantista europea y en uno de los aspectos de aquello que se califica en Francia como «pensamiento único» [27].

La adaptación al fin de la guerra fría

Sin embargo, la noción de antitotalitarismo va a perder vitalidad con el fin de la guerra fría. Se mantendrá su retórica en los ataques contra Cuba, Corea del Norte, contra el Irak de Sadam Husein o la Yugoslavia de Milosevic, pero su uso se hará menos frecuente. En Francia, la investigación de finales de los 90 sobre el comunismo se verá marcada sin embargo por un resurgimiento de la comparación comunismo-nazismo con la muy mediática publicación de Pasado de una ilusión de François Furet [28] y sobre todo con la aparición del Libro Negro del comunismo [29]. Esta obra colectiva, cuyo prefacio debía escribir F. Furet (fallecido aquel mismo año) se publicó finalmente con un prefacio de Stephane Courtois. Las numerosas asociaciones entre comunismo y nazismo que hace el autor en ese texto llegó incluso a provocar en la Asamblea Nacional francesa un debate sobre la presencia de ministros comunistas en el gobierno de Lionel Jospin.

Actualmente, con la «guerra contra el terrorismo», asistimos a un resurgimiento de la retórica antitotalitaria. Y de nuevo se utiliza esa retórica para inventar una asimilación entre regímenes o movimientos que finalmente tienen pocos vínculos. Este uso de la clasificación «totalitario» en la «guerra contra el terrorismo» no tiene además otro fundamento que la utilización política o moral del epíteto. Se habla de «nuevo totalitarismo» para señalar al islamismo o el terrorismo islamista pero ¿qué tiene que ver el islamismo con la definición del totalitarismo que nos dan Arendt, Aaron, Friedrich ou Brzezinski? Este último, por cierto, rechazó la comparación juzgándola tan inoportuna como nefasta a largo plazo para la política estadounidense y la ridiculizó [30].

Pero, diga lo que diga Zbigniew Brzezinski, esta retórica presenta ventajas a corto plazo. Veamos las cuatro más importantes.

Primero que todo, presentar el islamismo como un nuevo totalitarismo comparable con el nazismo y el comunismo ayuda a dramatizar la situación. Al asimilar el islamismo a un sistema político comparable con el nazismo o el comunismo (una de las tesis centrales del orientalista Bernard Lewis [31]), se puede inventar la amenaza y justificar así considerables gastos militares. La mención constante de supuestos paralelos entre el 11 de septiembre y Pearl Harbour y el lugar común de los editorialistas neoconservadores o proestadounidenses que afirman que el mundo actual es más peligroso que el de la guerra fría también apoyan ese punto de vista. Si el islamismo puede compararse con el nazismo hay que prepararse para hacerle frente y disponer de fuerzas militares capaces de enfrentar el futuro conflicto. Si el islamismo hace que este mundo sea más peligroso que el de la guerra fría, hay que contar con un presupuesto militar superior al de la guerra fría.

Por otro lado, meter en el mismo saco islamismo, nazismo y comunismo permite presentar los movimientos musulmanes armados una fuerza unificada que busca un solo objetivo. En realidad, nada permite afirmar que los movimientos calificados como islamistas colaboran entre sí pero al mezclarlos en un movimiento «totalitario» o «fascista» musulmán, los expertos mediáticos abordan el islamismo como un todo. Es eso lo que les permitió, durante el quinto aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001, hablar a la vez de los atentados atribuidos a Al Qaeda, de la violencia «islamista» en Irak, del Hezbollah «islamista», de la bomba atómica «islamista» iraní y, en definitiva, de un «complot» islamista contra «la» civilización.

Además, presentar el conflicto como una nueva confrontación entre el mundo democrático y un peligro totalitario con un nuevo rostro permite justificar la existencia de una alianza «natural» del bloque occidental, presentado como el mundo democrático. Y al manejar paralelos históricos más o menos injustificados es posible convertir a Estados Unidos en el dirigente «natural» de un «mundo libre» obligado a organizar su legítima defensa. Este discurso se basa en una presentación de Estados Unidos como el gran vencedor de la 2da Guerra Mundial (y minimizar por tanto el papel de la URSS en ese conflicto) y de la guerra fría.

Finalmente, asimilar el islamismo a un totalitarismo busca también quitar legitimidad al discurso de quienes se oponen al dogma de la «guerra contra el terrorismo». Si el islamismo es un totalitarismo los que se niegan a combatirlo o a verlo como el mayor peligro de nuestra época son necesariamente cómplices del totalitarismo y por tanto enemigos de la democracia, o sea posibles criminales de guerra. De esa forma, estableciendo el paralelo con el estalinismo, Caroline Fourest se refirió a la gente de izquierda que se niega en Francia a aceptar simplificaciones y mescolanzas alrededor del Islam y del terrorismo como «idiotas útiles» o «compañeros de viaje» del islamismo [32]. Por su parte, el 29 de agosto de 2006, Donald Rumsfeld comparó a los adversarios de su política con los que preconizaban el entendimiento con los nazis antes de la 2da Guerra Mundial [33]. Caroline Fourest y Donald Rumsfeld no los únicos que establecen ese tipo de comparaciones.

¿Hay que renunciar entonces al uso del termino «totalitarismo»? ¿Toda utilización de ese término está condenada a servir de propaganda proestadounidense? Claro que no. Sin embargo, al igual que muchos conceptos, y sin dudas más que otros, la noción de totalitarismo de ser manejada con precaución. Es importante conocer sus límites y no dejarse encerrar en la retórica de quienes lo utilizan como arma política para estigmatizar a sus propios adversarios o justificar políticas coloniales.

Cedric Housez
Especialista francés en comunicación política.

Un caluroso agradecimiento a Annie Lacroix-Riz, profesora de historia contemporánea en la universidad París VII.
La parte histórica de esta artículo sobre el nacimiento del concepto de «Totalitarismo» y los límites del esquema sobre este fenómeno son en gran parte fruto de su contribución.

[1] Pocos meses a penas después del 11 de septiembre, el editorialista neoconservador Alexandre Adler publicaba Yo vi el fin del viejo mundo, donde hablaba de «fascismo musulmán»: «Yo afirmo por consiguiente que el antiamericanismo de hoy, bajo apariencias vagamente progresistas, no es más que un conglomerado de viejos sueños perdidos bajo las ruinas del muro de Berlín –un sentimiento fascitizante que, de hecho, simpatiza con el «fascismo musulmán» propagado por los islamistas». J’ai vu finir le monde ancien, París, Grasset, 2002; Hachette, Pluriel, p. 69. Este libro recibió el Premio del Libro Político de la Asamblea Nacional del año 2003 otorgado por un panel de editorialistas conocidos.

[2] «Koestler, notre contemporain», Michel Laval, Le Meilleur des mondes, n°1, primavera de 2006

[3] El director de la publicación es Olivier Rubistein, el redactor jefe es Michel Taubman y el comité editorial lo componen Mohamed Abdi, Galia Ackerman, Antoine Basbous, Eve Bonnivard, Claire Brière-Blanchet, Pascal Bruckner, Jean Chavidant, Stéphane Courtois, Brice Couturier, Thérèse Delpech, Susanna Dorhage, Antonio Elorza, Myriam Encaoua, Frederic Encel, Arié Flack, Cecilia Gabizon, Philippe Gaudin, André Glucksmann, Raphael Glucksmann, Romain Goupil, Gerard Grunberg, Philippe Gumplowicz, David Hazan, Olivier Languepin, Max Lagarrigue, Michel Laval, Jacky Mamou, Barbara Lefebvre, Violaine de Marsangy, Jean-Luc Mouton, Kendal Nezan, Jean-Michel Perraut, Nata Rampazzo, Pierre Rigoulot, Olivier Rolin, Elisabeth Schemla, André Senik, Pierre-André Taguieff, Jacques Tarnero, Florence Taubmann, Bruno Tertrais, Antoine Vitkine, Marc Weitzmann e Ilios Yannakakis. El capital de la revista se divide entre Éditions Denoël y la asociación «Amis du Meilleur des mondes» que preside André Glucksmann.

[4] «Vendre le «choc des civilisations» à la gauche», por Cedric Housez, Voltaire, 30 de agosto de 2005.

[5] «Caricatures danoises et hystérie en trompe l’œil», Voltaire, 17 de febrero de 2006.

[6] «Ensemble contre le nouveau totalitarisme», Charlie Hebdo, 1ero de marzo de 2006.

[7] ««Division» de la gauche: le «double langage» de Caroline Fourest», par Cedric Housez, Voltaire, 25 de noviembre de 2005.

[8] En el reportaje, donde el autor resalta su apoyo a Israel, que hizo para el diario Le Monde durante la guerra del ejército israelí contra el Líbano, BHL escribió: «Ese fascismo con rostro islámico, ese tercer fascismo, en el que todo indica que es para nuestra generación lo que fueron el otro fascismo y luego el totalitarismo comunista para la de nuestros predecesores...». («La guerre vue d’Israël», por Bernard Henri Lévy, Le Monde, 27 de julio de 2006.)

[9] «Disproportion ?», Le Point, 20 de julio de 2006 y «Disproportion, suite», Le Point, 3 de agosto de 2006

[10] «La guerre vue d’Israël», art. citado

[11] «Hezbollisation», Le Point, 10 de agosto de 2006

[12] ver «Complot terroriste au Royaume-Uni: que se passe-t-il vraiment?» por Craig Murray; «Fabriquez vous-mêmes votre bombe au TATP» por Thomas C. Greene; «Le mensonge des attentats à l’explosif liquide», por James Petras, Voltaire, 18, 21 y 29 de agosto de 2006.

[13] «Cinq remarques sur le désastre (évité) de Londres», Le Point, 17 de agosto de 2006

[14] «Günter Grass en sa débâcle», Le Point, 24 de agosto de 2006).

[15] Como ejemplo podemos remitirnos a lo que escribía en el editorial del Weekly Standard al comienzo de la agresión israelí contra el Líbano: «It’s Our War», por William Kristol, Weekly Standard, 15 de julio de 2006. Ese texto fue analizado en nuestra rúbrica Tribunas y Análisis: «Damas, Téhéran et le Hezbollah sur le banc des accusés», Voltaire, 25 de julio de 2006.

[16] «Interview de Luc Ferry par Jean-Michel Apathie», RTL, 7 de febrero de 2006.

[17] «Terror ’is new totalitarianism’», BBC, 13 de marzo de 2004.

[18] «L’Europe et l’avenir des relations transatlantiques», 19 de noviembre de 2003.

[19] «Une intervention de l’OTAN en Iraq ne serait pas une bonne idée», por Joschka Fischer, entrevista reproducida en francés por el servicio de prensa del ministerio alemán de Relaciones Exteriores, 28 de mayo de 2004.

[20] «President Bush Discusses Terror Plot Upon Arrival in Wisconsin», Servicio de prensa de la Casa «»Blanca, 10 de agosto de 2006.

[21] «Rumsfeld Says Critics Appeasing Fascism», por Julian E. Barnes, Los Angeles Times, 30 de agosto de 2006.

[22] «Un «islamisme» télégénique», por Thomas Deltombe, artículo publicado en la revista Actualis y retomado por el sitio lmsi.net, septiembre de 2004.

[23] Ver específicamente, de Ian Kershaw, Qu’est-ce que le nazisme?, Paris, Gallimard, 1992-1999, capítulo 2: «Le nazisme: un fascisme, un totalitarisme ou un phénomène unique en son genre?» y, de Pierre Ayçoberry, La question nazie, Les interprétations du national-socialisme, 1922-1975, Paris, Seuil, 1979, chapitre. 3 «Les armes de la Guerre froide»

[24] Démocratie et totalitarisme, capítulo XV: «Du Totalitarisme».

[25] «Quand la CIA finançait les intellectuels européens», por Denis Boneau, Voltaire, 27 de noviembre de 2003.

[26] Citado en La question nazie, Les interprétations du national-socialisme, 1922-1975, op. cit. (p. 185-186)

[27] « La face cachée de la Fondation Saint-Simon », por Denis Boneau, Voltaire, 10 de febrero de 2004.

[28] Le Passé d’une illusion, Paris, Laffont/Calmann-Lévy, 1995

[29] Le Livre Noir du communisme, Paris, R. Laffont, 1997.

[30] «Do These Two Have Anything in Common ?», por Zbigniew Brzezinski, Washington Post, 4 de diciembre de 2005. Texto comentado en nuestra rúbrica Tribunas y análisis: «L’OTAN à l’heure du «Choc des civilisations»», Voltaire, 14 de diciembre de 2005.

[31] Sur le travail de Bernard Lewis, ver: «La « Guerre des civilisations»», por Thierry Meyssan, Voltaire, 4 de junion de 2004.

[32] La Tentation obscurantiste, Paris, Grasset, 2005. p. 9.

[33] «Rumsfeld Says Critics Appeasing Fascism», por Julian E. Barnes, Los Angeles Times, 30 de agosto de 2006.

Sunday, September 24, 2006

Noam Chomsky: "entiendo la ira del presidente venezolano"

Aporrea/ABN


Al autor estadounidense Noam Chomsky le gustaría conocer al presidente venezolano Hugo Chávez, que estos días ha citado una y otra vez una de sus obras para fustigar al imperialismo de Washington, dijo a The New York Times en declaraciones publicadas este viernes.

"Estaría contento de conocerle", dijo Chomsky, de 77 años, que vive en Massachusetts (noreste), revelando que ha recibido "10.000 e-mails" desde que el venezolano recomendó su libro "Hegemonía o supervivencia" (2003) desde la tribuna de la Asamblea General de la ONU.

Chomsky dijo que no usaría las mismas palabras -"alcohólico", "tirano" y "enfermo"- que Chávez dirigió a su par estadounidense George W. Bush.

Sin embargo, afirmó que entendía la ira del presidente venezolano.

"La administración Bush apoyó un golpe para derrocar a su gobierno", explicó.

"Suponga que Venezuela apoyase un golpe militar para derrocar al gobierno de Estados Unidos. ¿Pensaríamos que es divertido?".

El lingüista y ensayista, una de las voces más admiradas por la izquierda estadounidense, dice estar muy interesado en la gestión de Chávez y considera "muchas de sus políticas bastante constructivas".

'Hegemonía o supervivencia' saltó a la lista de los más vendidos de Amazon.com, la mayor librería virtual del mundo, luego de la ruidosa y atípica campaña de promoción que le hizo Chávez.

El libro, que describe "la estrategia imperialista de Estados Unidos", se vende a 7,80 dólares (contra 13 de su precio original) en la página web de la librería.

Chomsky afirma que oposición a Bush es un hecho convencional en el mundo

Por: Agencia Bolivariana de Noticias (ABN)

El filósofo, lingüista y sociólogo estadounidense Noam Chomsky confirmó que la oposición a la política exterior del Gobierno de Estados Unidos es un hecho reconocido en todo el mundo.

Luego del discurso del presidente venezolano, Hugo Chávez, en la 61º Asamblea General de la ONU, donde recomendó el libro Hegemonía o supervivencia: la búsqueda estadounidense del dominio global, de Noam Chomsky, diversas han sido las reacciones en todo el mundo.

Desde su despacho en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), Chomsky comentó, por correo electrónico al diario Clarín de Argentina, su opinión sobre el discurso del presidente Chávez: «Mucho más importante que la retórica es el contenido. Y al oponerse a la política exterior de Estados Unidos, tomó una posición muy convencional alrededor del mundo. Que haya sido aplaudido y vivado en la sala es la mejor evidencia», explicó.

Aunque indicó que no fue de su gusto la retórica del Primer Mandatario, recordó que no le gusta tampoco la de ningún político, «No me gustó su retórica, pero tampoco me gusta la de la mayoría de los políticos», opinó uno de los intelectuales más críticos del Gobierno de George W. Bush.

Asimismo, al tiempo que el discurso del Dignatario venezolano dispara las ventas de libro de Noam Chomsky, cientos de comentarios se han publicado en portales web.

Amazon.com, por ejemplo, cuenta 163 personas que han ingresado sus opiniones sobre las palabras del presidente Chávez ante la ONU, al igual que el portal español de noticias votadas, meneame.net, donde se reseñan diversas posiciones a favor y en contra.

En Amazon.com encontramos que desde California, Estados Unidos, un usuario de la página web opina que «Chávez ha implementado más políticas de participación ciudadana que ningún otro líder de ese país (EEUU). Sus políticas económicas son mucho más descentralizadas que las políticas aplicadas aquí en Estados Unidos, donde las corporaciones dominan cada faceta de nuestras vidas».

Otro comentario que se puede leer de un internauta en Amazon.com desde Nueva York es «Muchos de los presidentes estadounidenses han sido considerados idiotas y mentirosos y lo que han hecho es hablar basura en la televisión».

Mientras que otros dejan ver una posición contraria en la que llaman al presidente dictador y lo etiquetan como comunista.