“¿Cómo es posible que el gobierno asesine a un joven estudiante y para gobierno, partidos políticos y medios de comunicación, todo sigue igual?”
Por Subcomandante Marcos
“Voy a entregar al padre de Alexis esto para que se use como prueba, no lo estoy tocando, recomiendo que busquen las huellas digitales de Vicente Fox y de Enrique Peña Nieto en él.”
Palabras 35 años despues de una matanza de estudiantes en la Ciudad de México
12 de junio de 2006
Compañeros y compañeras de la otra campaña, 35 años después de que el grupo paramilitar llamado “Halcones” entrenado, equipado y pagado por el gobierno atacara una manifestación pacifica de estudiantes, los policías asesinaron al joven estudiante Alexis Benhumea Hernández, militante de la Otra campaña.
Alexis estaba el día cuatro de mayo de este año en San Salvador Atenco, solidarizándose con los pobladores cuando las fuerzas policiales del gobierno asaltaron el lugar. Cientos de hombres y mujeres fueron golpeados, detenidos arbitraria e ilegalmente, mujeres violadas, menores de edad prisioneros, casas saqueadas y un niño espectador de la brutalidad policíaca fue asesinado.
Alexis fue herido de gravedad en la cabeza por un proyectil de gas lacrimógeno, un proyectil como este que muestro… en la casa donde se encontraba Alexis en el momento en que fue atacado por la policía. Voy a entregar al padre de Alexis esto para que se use como prueba, no lo estoy tocando, recomiendo que busquen las huellas digitales de Vicente Fox y de Enrique Peña Nieto en él.
Alexis permaneció muchas horas sin poder recibir atención médica, debido al estado de sitio que el gobierno mantuvo en Atenco. Más de un mes se conservó vivo Alexis, hasta que la muerte lo tomó la madrugada de este siete de junio. Alexis está muerto y el proyectil que lo mató fue hecho en Estados Unidos, disparado mediante un lanzagranadas por la policía que asaltó Atenco el cuatro de mayo del 2006.
Alexis está muerto y nos preguntamos ¿por qué? ¿por qué la policía asesina a un joven de 20 años, a un estudiante brillante, a un artista? ¿y por qué allá arriba los políticos hacen como si eso no importara? ¿cómo es posible que el gobierno asesine a un joven estudiante y para gobierno, partidos políticos y medios de comunicación, todo sigue igual? Ni siquiera se han tomado la molestia de insistir en que se investigará, apenas una tibia y débil insinuación y adelante con los comerciales que ofertan posiciones políticas como si fueran desodorantes que puedan disimular el mal olor que despide el sistema político mexicano.
El homicidio de este joven, compañero nuestro de la otra campaña, ha sido despreciado por la clase política mexicana, que no se digna siquiera mirar el dolor de la familia de Alexis, así como no tiene ojos ni oídos para la injusticia que mantiene a nuestras compañeras y compañeros presos y presas en las cárceles del estado de México.
¿Por qué los candidatos no dicen nada de este asesinato? porque la muerte de Alexis no es rentable, no es una mercancía atractiva en el mercado electoral, por eso nada dicen, pero nosotros, nosotras, sí buscamos la respuesta al homicidio de nuestro compañero.
Alexis es asesinado porque era joven y rebelde, porque estaba en la otra campaña, por que había optado por el camino de la transformación de un sistema que convierte la juventud en un delito que se castiga con la pena de muerte, cualquier joven de abajo, hombre o mujer sabe que es perseguido como delincuente por su forma de vestir, su peinado, su modo de hablar, su música. El grafitero, el banda, el eskatero, el darketo, el punk, el anarquista, el libertario, el hiphopero, el estudiante, el chambeador de la calle, el obrero, el roquero, el empleado, cualquier joven de abajo, es la presa predilecta de la policía, cualquiera que sea el signo partidario del gobierno que la manda.
Y el argumento gubernamental es que los jóvenes parecen drogadictos, ladrones, criminales, mientras que los que no parecen si lo son: empresarios, diputados, senadores, secretarios de estado, presidentes municipales y de la república, funcionarios de todos los niveles, jefes de policía, generales, esposas de presidentes de la república, es ahí entre ellos y no entre los jóvenes donde se encuentran los asesinos, los ladrones, los criminales. Por qué se espantan de que los jóvenes repudien a la autoridad, si es la autoridad quien los persigue, quien los encarcela, tortura, viola y asesina. ¿Qué respeto se puede construir sobre las armas que oprimen y las cárceles que encierran?
Alexis Benhumea Hernández está muerto, lo duele su familia, lo dolemos nosotros, nosotras, la Otra. Que lo lamenta dice el gobierno, que comprende, dice el que manda y saca la chequera y pregunta cuanto vale la muerte de Alexis, pero nosotros, nosotras, acá abajo y a la izquierda, no preguntamos el precio de su muerte, lo sabemos y hemos apuntado bien el costo en nuestro corazón.
En La Otra nos preguntamos ¿cuánto vale la vida de Alexis y con ella, la vida de nuestra Patria? ¿Cuánto por la vida de Alexis? Cuánto por la mujer, el niño, el hombre, el joven, el anciano, que es reprimido, violada, presa , asesinado todos los días con la coartada de la ley y el Estado de Derecho y nosotros, nosotras respondemos, ¿cuánto otro país?, ¿otro México?.
Un México donde el crimen no se premie con puestos gubernamentales, si no que se castigue con la cárcel.
Un país donde los jóvenes no sean perseguidos, golpeados, violados encarcelados y asesinados por razón de su edad, de su cultura, de su modo, si no que haya para todos estudio, recreación, deporte, cultura.
Un México donde la política deje de ser un negocio, donde deje de ser el espacio donde se aplauden la hipocresía y la traición.
Un país donde el que trabaje gane y viva con dignidad.
Un México donde no exista quien construya su bienestar a costa del malestar de otros.
Un país donde la democracia no sea la patética disputa entre partidos políticos, que no son si no productos comerciales que defraudan en todos los sentidos al consumidor.
Un país, un México con democracia, libertad y justicia.
Si allá arriba piensan que con el asesinato de Alexis van a sembrar el temor y la inmovilidad en nosotros, en nosotras, están equivocados, vamos a seguir, vamos a crecer y vamos a organizar ese crecimiento, vamos a seguir y vamos a levantarnos, y vamos a deponer no sólo a quien mandando manda, también a quien es el dueño de todo, a quien desde allá arriba decreta cárcel, dolor y muerte para quienes abajo somos los que somos y con los que abajo que somos habremos de conseguir la justicia que necesitamos, la libertad que merecemos y la democracia que anhelamos.
Cuando este día llegue, cuando cumplamos nuestro trabajo, entonces las calles y los campos de nuestro país ya no serán lugar de los sueños rotos, de las luces mal logradas del cinismo maduro, de la muerte para la vida.
Será ese día nuestro país, nuestro México, un camino de dignidad.
Será otro país, otro México
Larga vida para Alexis
Que muera la muerte
Gracias compañeros